
Podrías gastar dinero innecesariamente (te solicitarán otro examen) y además es muy probable que te inquiete emocionalmente un resultado “falso” positivo (por sospecha de una patología que quizás no existe, pero que el equipo de mala mantención dice que sí). Estos son dos de los problemas más frecuentes. Lee con atención y aprende más de esta situación muy recurrente en algunas instituciones médicas. Antes de continuar, te comentamos que en BioImagen realizamos constantemente y de manera exhaustiva todas las mantenciones, e incluso excedimos la norma, con el objetivo de brindarte la mejor atención. La realización de mantenciones periódicas a los equipos de imagenología es fundamental para garantizar la calidad y precisión de los diagnósticos. Estos equipos, como resonancias magnéticas, tomografías computarizadas y ultrasonidos, son esenciales para detectar y monitorear diversas condiciones de salud. Además, la calibración y el mantenimiento regular ayudan a prevenir la exposición innecesaria de los pacientes a radiaciones, asegurando que las imágenes obtenidas sean claras y diagnósticamente útiles. Esto, a su vez, contribuye a una atención médica más eficiente y segura, promoviendo la confianza de los pacientes en la calidad del servicio brindado por la clínica. En resumen, invertir en mantenciones periódicas es crucial para el buen funcionamiento de los equipos de imagenología y para el bienestar de los pacientes. Los equipos con mala mantención provocan los siguientes problemas: 1. Imágenes de baja calidad, con estos inconvenientes Resolución deficiente. Los equipos mal mantenidos pueden generar imágenes borrosas o de baja resolución, lo que dificulta el diagnóstico preciso de enfermedades o condiciones médicas. Artefactos en las imágenes. Puede haber interferencias o artefactos en las imágenes que pueden llevar a malinterpretaciones o diagnósticos erróneos. 2. Riesgo de exposición innecesaria a radiaciones Dosis inadecuadas. Equipos que no están correctamente calibrados pueden emitir dosis de radiación más altas de lo necesario, aumentando el riesgo de efectos nocivos a la salud, como el desarrollo de cáncer a largo plazo. 3. Falsos negativos o positivos Diagnósticos erróneos. La mala calidad de las imágenes puede resultar en falsos negativos (no detectar una enfermedad que está presente) o falsos positivos (indicar erróneamente la presencia de una enfermedad), lo que puede llevar a tratamientos inapropiados o a la falta de tratamiento necesario. 4. Incremento en los tiempos de espera Repetición de estudios. Si los resultados son inconclusos debido a una mala calidad de imagen, es posible que el paciente tenga que someterse a estudios adicionales, lo que genera demoras en el diagnóstico y tratamiento. 5. Estrés y ansiedad Preocupación por diagnósticos incorrectos. La incertidumbre y los diagnósticos erróneos pueden causar estrés emocional y ansiedad en los pacientes, afectando su bienestar general. 6. Costo adicional Gastos médicos innecesarios. La necesidad de repetir exámenes o realizar tratamientos incorrectos puede generar costos adicionales significativos para el paciente y el sistema de salud. 7. Pérdida de confianza en el sistema de salud Desconfianza en la atención médica. Experiencias negativas relacionadas con diagnósticos erróneos o mala calidad en el servicio pueden llevar a los pacientes a dudar de la calidad del cuidado médico que reciben. Importante: este artículo fue creado con inteligencia artificial y es sólo una referencia para los visitantes de www.bioimagen.cl Por lo tanto, en ningún caso reemplaza las indicaciones de un médico u otro profesional de la salud.
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